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Alejandro tenía semanas pidiendo que quedaramos de vernos... alguna vez habiamos cogido y siempre insistía en repetirlo... no era algo que yo buscara pero sí recordaba que era bueno en la cama... así que esa tarde, que algo me dejaba insatisfecho decidí verlo, él muy pendejo dijo que ya tenía un compromiso y yo le advertí que si no era esa tarde no sería otra y finalmente acepto llegar a casa a la hora que dije... todavía lo hice esperarme media hora o más para bajar por él, no quería que nadie me viera entrando a casa en su compañia... y bueno, como de nuevo yo sólo deseaba fornicar sin más le pedí que solo se bajara los pantalones y cogieramos de pie, con la ventana abierta y escondidos de tal manera que nadie viera lo que haciamos, esa tarde me excitaba hacerlo de manera clandestina en mi propia casa, asi que volví a disfrutar sus 17 centimetros, no hubo besos ni nada, sólo quería sentirlo dentro por un rato, decidí no correrme rápidamente, lo disfrute poco a poco, lo mantuve recargado en la pared mientras yo me encargaba de disfrutar, él insistía en lo mucho que le gusta mi culito, pero eso no importaba, yo sólo me limité a pensar en mí, claro, era yo quien tenía el poder de haerlo estar en ese lugar, fue de hecho bastante largo, estuve ahí, de pie, disfrutandolo por un rato, lento, rápido, lento, rápido, así hasta no poder más y en silencio terminar sobre mi mano... lo empujé y me vestí mientras él terminaba de jalarsela pues no terminó antes... esperé que se arreglara un poco y lo acompañé a la puerta... no necesitaba que continuara ahí... prguntó si pronto nos veriamos... le mentí diciendo que sí...